Tuesday, June 12, 2007

Comentario y ponte a prueba

He hecho pequeñas rectificaciones......pero esto es loque habeis enviado o no ha llegado.hay grupos que se han dedicado a jugar...seguid jugando...




Identifica el movimiento literario de cada obra. A que siglos pertenencen?
Di alguna de las características que te han hecho pensar que se trat de los movimientos literarios que has contestado en la pregunta 1.Ejemplo: La poesia renacentista suele utilizar la mitologiaGreco latina”Hero y Leandro...)
Di que autor podría haber escrito cada texto.


1
Empezaba el Otoño. Los prados renacían, la yerba había crecido fresca y vigorosa con las últimas lluvias de Septiembre. Los castañedos, robledales y pomares que en hondonadas y laderas se extendían sembrados por el ancho valle, se destacaban sobre prados y maizales con tonos obscuros; la paja del trigo, escaso, amarilleaba entre tanta verdura. Las casas de labranza y algunas quintas de recreo, blancas todas, esparcidas por sierra y valle reflejaban la luz como espejos. Aquel verde esplendoroso con tornasoles dorados y de plata, se apagaba en la sierra, como si cubriera su falda y su cumbre la sombra de una nube invisible, y un tinte rojizo aparecía entre las calvicies de la vegetación, menos vigorosa y variada que en el valle. La sierra estaba al Noroeste y por el Sur que dejaba libre a la vista se alejaba el horizonte, señalado por siluetas de montañas desvanecidas en la niebla que deslumbraba como polvareda luminosa. Al Norte se adivinaba el mar detrás del arco perfecto del horizonte, bajo un cielo despejado, que surcaban como naves, ligeras nubecillas de un dorado pálido. Un jirón de la más leve parecía la luna, apagada, flotando entre ellas en el azul blanquecino

2
El burro flautista
Esta fabulilla,salga bien o mal,me ha ocurrido ahorapor casualidad.
Cerca de unos pradosque hay en mi lugar,pasaba un borricopor casualidad.
Una flauta en elloshalló, que un zagalse dejó olvidadapor casualidad.
Acercóse a olerlael dicho animal,y dio un resoplidopor casualidad.
En la flauta el airese hubo de colar,y sonó la flautapor casualidad.
«¡Oh! -dijo el borrico-,¡qué bien sé tocar!¡Y dirán que es malala música asnal!»
Sin reglas del arte,borriquitos hayque una vez aciertanpor casualidad.

3 La Desesperación
Me gusta ver el cielocon negros nubarronesy oír los aquiloneshorrísonos bramar,me gusta ver la nochesin luna y sin estrellas,y sólo las centellas la tierra iluminar.Me agrada un cementeriode muertos bien relleno,manando sangre y cienoque impida el respirar,y allí un sepulturerode tétrica miradacon mano despiadadalos cráneos machacar

4 Ciudad sin sueñoNocturno de Brooklyn Bridge
No duerme nadie por el cielo. Nadie, nadie. No duerme nadie. Las criaturas de la luna huelen y rondan sus cabañas. Vendrán las iguanas vivas a morder a los hombres que no sueñany el que huye con el corazón roto encontrará por las esquinasal increíble cocodrilo quieto bajo la tierna protesta de los astros.No duerme nadie por el mundo. Nadie, nadie. No duerme nadie. Hay un muerto en el cementerio más lejano que se queja tres años porque tiene un paisaje seco en la rodilla; y el niño que enterraron esta mañana lloraba tanto que hubo necesidad de llamar a los perros para que callase.

5Sinfonía en gris mayorEl mar como un vasto cristal azogado,refleja la lámina de un cielo de zinc; lejanas bandadas de pájaros manchanel fondo bruñido de pálido gris.
El sol como un vidrio redondo y opaco, con paso de enfermo camina al cenit;el viento marino descansa en la sombrateniendo de almohada su negro clarín.
Las ondas que mueven su vientre de plomo,debajo del muelle parecen gemir.Sentado en un cable, fumando su pipa, está un marinero pensando en las playasde un vago, lejano, brumoso país.
Es viejo ese lobo. Tostaron su caralos rayos de fuego del sol de Brasil;los recios tifones del mar de la Chinalo han visto bebiendo su frasco de gin.




Si has acabado hay más
identifica las vanguardias....

Dios vehemente de una raza de acero,
automóvil ebrio de espacio,
que piafas de angustia, con el freno en los dientes estridentes!
¡Oh formidable monstruo japonés de ojos de fragua,
nutrido de llamas y aceites minerales,
hambriento de horizontes y presas siderales
tu corazón se expande en su taf-taf diabólico
y tus recios pneumáticos se hinchen para las danzas
que bailen por las blancas carreteras del mundo.
Suelto, por fin, tus bridas metálicas.., ¡Te lanzas
con embriaguez el Infinito liberador!



Desde mi ventana veo a la luz teoremática del farol de enfrente pasar los problemas en sus fórmulas. Son las formas que pasan en sus jaulas de rectas y curvas con sus rótulos de frascos de farmacia en las frentes. F4 H3 W R7 C14 J6 Se sumergen doblando la esquina en la noche empujadas por un gran viento que las descoyunta y en lo obscuro se combinan nuevas curvas y nuevas rectas. Pasan las semejanzas sus esquematismos lineales erguidos o tronzados. Yo mismo acabo de pasar. Me he reconocido en lo esencial y en mi gran rótulo farmaceútico. J25 L5 C1919
Acostarse en una navaja de afeitar y sobre pulgas en celo - viajar en barómetro - mear como un cartucho - cometer errores, ser idiotas, ducharse con minutos santos - ser golpeados, ser siempre el último - gritar lo contrario de lo que dice el otro - ser la sala de redacción y de baños de dios que cada día se da un baño en nosotros en compañía del pocero, -


La aurora de Nueva York tiene cuatro columnas de cieno y un huracán de negras palomas que chapotean las aguas podridas. La aurora de Nueva York gime por las inmensas escaleras buscando entre las aristas nardos de angustia dibujada. La aurora llega y nadie la recibe en su boca porque allí no hay mañana ni esperanza posible: A veces las monedas en ejambres furiosos taladran y devoran abandonados niños. Los primeros que salen comprenden con sus huesos que no habráparaíso ni amores deshojados; saben que van al cieno de números y leyes, a los juegos sin arte, a sudores sin fruto. La luz es sepultada por cadenas y ruidos en impúdico reto de ciencias sin raíces. Por los barrios hay gentes que vacilan insomnes como recién salidas de un naufragio de sangre.

Las vanguardias

FUTURISMO

Movimiento inicial de las corrientes de vanguardia artística, fundado en Italia por Filippo Tommaso Marinetti, quien redactó el Manifeste du Futurisme, el 20 de febrero de 1909, en el diario Le Figaro de París.
De todos modos el futurismo fue una escuela de polémica y de moral. Pero ello no impidió a los futuristas transformar, con el tiempo, los temas iniciales de la máquina, la velocidad, la técnica en exaltación de la violencia, del imperialismo, de la guerra y por lo menos con Marinetti, del fascismo.
En el ámbito literario, el futurismo italiano tuvo sus mejores exponentes, además de en Marinetti, en A. Palazzeschi, C. Govoni y A. Soffici; pero los resultados más importantes del movimiento se alcanzaron, probablemente, en el campo de las artes figurativas, con la introducción de un nuevo sentido del espacio que tuvo consecuencias importantes en la vanguardia europea contemporánea y posterior: cubismo, dadaísmo, surrealismo.

CUBISMO


El cubismo literario nace del cubismo pictórico, y así se llama por simple fraternidad de los artistas de uno y otro bando; y también porque hay muchos puntos de semejanza en sus doctrinas de abstracción o evasión artística. Apollinaire, Cendrars, Max Jacobs, corifeos de la pintura cubista, fueron hermanos en inquietudes artísticas de Picasso, Juan Gris y Delauny. Esto explica en parte, que la poesía cubista, abandonando los elementos musicales tan caros al simbolismo, se haga poesía puramente visual.


SURREALISMO


Puede dar sentido por sí solo al movimiento vanguardista. La capacidad imaginativa y la sugerencia de sus construcciones mentales significaron, sin duda, una verdadera revolución en el arte posterior a la Primera Guerra.
El Surrealismo construye una concepción del arte y de la vida.
Freud ejerce una influencia decisiva en el movimiento. Sus teorías acerca del mundo autónomo de los sueños, de la capacidad automática de la psiquis, del profundo y oscuro mundo interior de la mente -el subconsciente o inconsciente- aparecen como reveladoras de una nueva naturaleza del arte humano. Breton comienza a estudiar al psicoanalista vienés ya en 1916 y desarrollará un amplio caudal de conocimientos sobre estas teorías.



CIUDAD SIN SUEÑO (SURREALISMO)
No duerme nadie por el cielo. Nadie, nadie.No duerme nadie.Las criaturas de la luna huelen y rondan sus cabañas.Vendrán las iguanas vivas a morder a los hombres que no sueñany el que huye con el corazón roto encontrará por las esquinasal increíble cocodrilo quieto bajo la tierna protesta de los astros.
No duerme nadie por el mundo. Nadie, nadie.No duerme nadie.Hay un muerto en el cementerio más lejanoque se queja tres añosporque tiene un paisaje seco en la rodilla;y el niño que enterraron esta mañana lloraba tantoque hubo necesidad de llamar a los perros para que callase.
No es sueño la vida. ¡Alerta! ¡Alerta! ¡Alerta!Nos caemos por las escaleras para comer la tierra húmedao subimos al filo de la nieve con el coro de las dalias muertas.Pero no hay olvido, ni sueño:carne viva. Los besos atan las bocasen una maraña de venas recientesy al que le duele su dolor le dolerá sin descansoy al que teme la muerte la llevará sobre sus hombros.
Un díalos caballos vivirán en las tabernasy las hormigas furiosasatacarán los cielos amarillos que se refugian en los ojos de las vacas.
Otro díaveremos la resurrección de las mariposas disecadasy aún andando por un paisaje de esponjas grises y barcos mudosveremos brillar nuestro anillo y manar rosas de nuestra lengua.¡Alerta! ¡Alerta! ¡Alerta!A los que guardan todavía huellas de zarpa y aguacero,a aquel muchacho que llora porque no sabe la invención del puenteo a aquel muerto que ya no tiene más que la cabeza y un zapato,hay que llevarlos al muro donde iguanas y sierpes esperan,donde espera la dentadura del oso,donde espera la mano momificada del niñoy la piel del camello se eriza con un violento escalofrío azul.
No duerme nadie por el cielo. Nadie, nadie.No duerme nadie.Pero si alguien cierra los ojos,¡azotadlo, hijos míos, azotadlo!

Haya un panorama de ojos abiertosy amargas llagas encendidas.No duerme nadie por el mundo. Nadie, nadie.Ya lo he dicho.No duerme nadie.Pero si alguien tiene por la noche exceso de musgo en las sienes,abrid los escotillones para que vea bajo la lunalas copas falsas, el veneno y la calavera de los teatros.












































Filippo Tomasso Marinetti (Futurismo)
¡ Oh grande, rebelde y feroz mar!
Mar vengador,
mar como hule incoloro... ¡Anda! ¡ Salta !
Saltar con salto elástico
hasta las nubes, hasta el cenit.
¡....Y luego botar y rebotar, sin cansarte
Como una enorme bola!
¡Inundar orillas, puertos, muelles, agachados
Como búfalos bajo sus retorcidos cuernos de humo!
.... Aplasta, oh mar, las ciudades con sus corredores de catacumbas
y aplasta eternamente a los viles,
los idiotas y los abstemios, y siega, siega
de un solo golpe las espaldas inclinadas de tu cosecha.
Machucar los pozos de los millonarios,
tocándolos como tambores,
y lanzar, lanzar, mar vengador,
nuestros cráneos explosivos entre las piernas de los reyes.
Y decid, vagabundos y bandidos
si no es éste el boliche que esperabais.



DADAISMO


El movimiento Dada surgió a la vez en Suiza y Estados Unidos en 1916. Desde Zurich se expandió hacia Alemania y hacia Francia. En París es ya el movimiento de moda en 1923. El movimiento Dada tiene la particularidad de no ser un movimiento de rebeldía contra otra escuela anterior, sino que se funda en un cuestionamiento de todo el marco conceptual del arte y de la literatura de antes de la Primera Guerra.

EL GRUPO DE ZURICH

Suiza, a partir del estallido de la guerra en 1914, se convierte en un centro de refugiados pacifistas de toda Europa. Allí se encontraron todos los que se marcharon de otras escuelas previas, tales como el expresionismo alemán, el futurismo italiano o el cubismo francés. En 1916, en Zurich, un grupo de artistas instalaron en una cervecería un pequeño cabaret, al que bautizaron como "Cabaret Voltaire". Allí se reunieron el filósofo Hugo Ball, el poeta Tristan Tzara, el pintor marcel Janco, ambos refugiados rumanos, y el pintor alsaciano Jeans (Hans) Arp. A partir de ese encuentro comenzaron una serie de actividades en el cabaret así como editaron la revista que llevaría el nombre de "Dada"
Tristan Tzara pronto se convirtió en el promotor y principal exponente del movimiento Dada. Entre él y Hugo Ball dieron sustancia a la teoría dadaísta.
El origen del término Dada es confuso y controvertido. De acuerdo con la versión de Tzara y Ball. De acuerdo con otras versiones, fueron los camareros del Café Terrasse, lugar donde se solían encontrar estos artistas centroeuropeos, quienes identificaron primeramente al grupo como dada.
En 1917 Francis Picabia, un pintor francés, refugiado también en Suiza entra en contacto con Tzara. Ambos darán sentido al Manifiesto Dada de 1918. Tras el fin de la guerra, el dadaismo cautiva a los artistas vanguardistas de París, produciéndose un resurgimiento del mismo.



GRUPO DE NUEVA YORK
También la declaración de guerra llevó a la ciudad americana a grupos de artistas refugiados. Entre ellos hay que destacar a Duchamp y Picabia. Allí se integraron con las corrientes vanguardistas que desde comienzos del siglo se estaban gestando en Harlem, Greenwich Village y Chinatown. Aunque Nueva York no era Zurich, ni existía ese clima de refugiados políticos de la ciudad suiza, el espíritu iconoclasta, recalcitrante y nihilista fue idéntico. En marzo de 1915 nace la revista "291", nombre tomado del número de la casa ocupada por una galería de arte en la Quinta Avenida. Duchamp, Picabia, Jean Crotti, como europeos refugiados, junto con los americanos Man Ray, Morton Schamberg y otros dan vida al dada neoyorquino.


EL GRUPO DE BERLIN
Tras la guerra, Alemania entra en una crítica situación. Tras la revolución bolchevique, el partido Espartaquista alemán. Después de todo un grupo de artistas se incorporaron al movimiento dadaista.
Richard Huelsenbeck, trae a Berlin el espíritu dadaísta. Junto con el poeta Raoul Hausman inicia declaraciones y manifiestos a partir del "Dada Club". Junto a los anteriores destacarán el pintor Georg Grosz, crítico del militarismo y del capitalismo alemán de aquellos años, y los hermanos Herfelde, un famoso de la técnica del fotomontaje, otro editor de las obras dadaístas.
El movimiento dada berlinés pasará a la historia por la incorporación de las nuevas técnicas de difusión de ideas entre las masas, principalmente el fotomontaje.
Carácter del dadaismo
àDadá es el punto final de una evolución en el arte
àIdea del primitivismo, de la creación espontánea de la obra de arte
àIntegración del artista en el mundo circundante
àImportancia del lenguaje en la experiencia colectiva del creador


MANIFIESTO DEL SEÑOR AA
EL ANTIFILÓSOFO
sin la búsqueda de yo te adoro
que es un boxeador francés
valores marítimos irregulares como
la depresión de Dadá en la sangre del
bicéfalo
resbalo entre la muerte y los fosfatos
indecisos que raspan un poco el cerebro
común de los poetas dadaístas
afortunadamente
pues
oro
mina
las tarifas y la vida cara me han decidido a
abandonar las D
no es cierto que los falsos dadás me
las hayan quitado ya que
el reembolso comenzará en cuanto
es como para llorar la nada que se llama
nada
y he barrido la enfermedad en la aduana
yo caparazón y paraguas del cerebro
de mediodía a las dos de abono
supersticioso desencadenando los engranajes
del ballet espermatozoico que hallarán
ustedes en ensayo general en todos
los corazones de individuos sospechosos
yo les comeré un poco los dedos de ustedes
yo les pago la renovación del abono del
amor en celuloide que rechina como
puertas de metal
Y ustedes son unos idiotas
yo volveré una vez como su
orina renaciente a la joíe de viv:re el
viento partero
y establezco un pensionado de mantenedores
de poetas
y vengo una vez más para comenzar
de nuevo
y son ustedes unos idiotas
y la llave del selfcleptómano no
funciona más que con aceite crepuscular
en cada nudo de cada máquina
está la nariz del recién nacido
y todos somos idiotas
y muy sospechosos de una nueva forma
de inteligencia y de una nueva lógica
a la manera de nosotros mismos
que no es Dadá de manera alguna
y ustedes se de dejan llevar por el
Aaísmo
y todos ustedes son idiotas
cataplasmas
en alcohol de sueño purificado
vendajes
idiotas
vírgenes



GENERACION DEL 27
Rafael Alberti Merello nació en el Puerto de Santa María (Cádiz),el 16 de diciembre de 1902 y murió el 28 de octubre de 1999. Fue un importante poeta español.
Considerado uno de los más grandes escritores españoles de Edad de Plata de la literatura española consiguió numerosos premios y reconocimientos. A su vuelta a España, tras el fin de la dictadura franquista, fue nombrado Hijo Predilecto de Andalucía en 1983. Se exilio debido a que formaba parte del Partido Comunista de España.
OBRAS:
à La amante, Málaga, Litoral, 1926.
à Yo era un tonto y lo que he visto me ha hecho dos tontos, publicado en La Gaceta Literaria, 1929.
à El poeta en la calle (1931-1935), Aguilar, Madrid, 1978. Publicado por primera vez en Poesía (1924-1937).
à El burro explosivo, M., Edic. 5º Regimiento, 1938.

Autores modernismo y generación 98






Rubén Darío
nació en 1867 en Metapa. Empezó a publicar desde muy joven, después de una etapa viajó a El Salvador y luego a Chile.
Fue precisamente en Santiago donde Rubén Darío consolidó su cultura literaria. Tras publicar en 1887 tres libros de poemas, Abrojos, Canto épico a las glorias de Chile, y Rimas, al año siguiente apareció Azul, la obra que sentaría las bases del modernismo.
Reconocido como jefe de filas de este movimiento, consolidó su posición con Prosas profanas y otros poemas (1896-1901), Cantos de vida y esperanza (1905) y El canto errante (1907), tres libros con los cuales alcanzó su madurez lírica.
En 1899 llegó a Barcelona, donde escribió sus primeras crónicas; posteriormente, en Madrid, tuvo ocasión de frecuentar a los componentes de la nueva generación de escritores españoles. También en Madrid conoció a la que sería su esposa, Francisca Sánchez, con quien en 1907 tuvo su primer hijo, Rubén Darío Sánchez, nacido en París. Durante estos años fue cónsul de Nicaragua en París y luego en Madrid, pero en 1910 la revolución de Estrada lo destituyó de todos sus cargos.
Colaboró entonces en revistas literarias y escribió el libro de versos Poema de otoño. A finales de 1912 se trasladó a Palma de Mallorca, donde escribió Canto a la Argentina y otros poemas y dos obras autobiográficas: La isla de oro (1913) y La vida de Rubén Darío escrita por él mismo (1914), donde relata los últimos años de su vida, cuando era ya un hombre alcoholizado y enfermo. En 1916 murió en León.



La princesa est� triste... �qu� tendr� la princesa?
Los suspiros se escapan de su boca de fresa,
que ha perdido la risa, que ha perdido el color.
La princesa est� p�lida en su silla de oro,
est� mudo el teclado de su clave sonoro
y en un vaso, olvidada, se desmaya una flor.
El jard�n puebla el triunfo de los pavos reales.
Parlanchina, la due�a, dice cosas banales,
y vestido de rojo, piruetea el buf�n.
La princesa no r�e, la princesa no siente;
la princesa persigue por el cielo de Oriente
la lib�lula vaga de una vaga ilusi�n.
�Piensa acaso en el pr�ncipe de Golconda o de China,
o en el que ha detenido su carroza argentina
para ver de sus ojos la dulzura de luz,
o en el rey de las islas de las rosas fragantes,
o en el que es soberano de los claros diamantes,
o en el due�o orgulloso de las perlas de Ormuz?
�Ay!, la pobre princesa de la boca de rosa
quiere ser golondrina, quiere ser mariposa,
tener alas ligeras, bajo el cielo volar;
ir al sol por la escala luminosa de un rayo,
saludar a los lirios con los versos de mayo,
o perderse en el viento sobre el trueno del mar.
Ya no quiere el palacio, ni la rueca de plata,
ni el halc�n encantado, ni el buf�n escarlata,
ni los cisnes un�nimes en el lago de azur.
Y est�n tristes las flores por la flor de la corte;
los jazmines de Oriente, los nelumbos del Norte,
de Occidente las dalias y las rosas del Sur.
�Pobrecita princesa de los ojos azules!
�Est� presa en sus oros, est� presa en sus tules,
en la jaula de m�rmol del palacio real;
el palacio soberbio que vigilan los guardas,
que custodian cien negros con sus cien alabardas,
un lebrel que no duerme y un drag�n colosal!
�Oh, qui�n fuera hipsipila que dej� la cris�lida!
(La princesa est� triste, la princesa est� p�lida.)
�Oh visi�n adorada de oro, rosa y marfil!
�Qui�n volara a la tierra donde un pr�ncipe existe
(la princesa est� p�lida, la princesa est� triste)
m�s brillante que el alba, m�s hermoso que Abril!
-�Calla, calla, princesa -dice el hada madrina-,
en caballo con alas hacia ac� se encamina,
en el cinto la espada y en la mano el azor,
el feliz caballero que te adora sin verte,
y que llega de lejos, vencedor de la Muerte,
a encenderte los labios con su beso de amor!

Juan Ramón Jiménez

Nace en Huelva (Palos de Moguer) en el año 1881. Vive en Madrid hasta 1936, justo cuando parte hacia América para su exilio. Tras varias estancias en otros países, se instala en Puerto Rico, donde fallece en 1958.
Reconocido internacionalmente, su obra poética se concreta en la concesión del Nobel de Literatura en 1956.
Su extensa obra poética parte del modernismo para irse depurando, primero de lo más externo y artificioso y luego de todo aquello que no sea radicalmente esencial. El poeta llamó poesía pura a esta que aspiraba a la más radical esencialidad.

Obras principales:

Poemas mágicos y dolientes (1909)

Poemas agrestes (1910-1911)










�Mi plata aqu� en el sur, en este sur,
conciencia en plata lucidera palpitando
con la ma�ana limpia,
cuando la primavera saca flor a mis entra�as!
Mi plata aqu�, respuesta de la plata
que so�aba esta plata en la ma�ana limpia
de mi Moguer de plata,
de mi Puerto de plata,
ni�o yo triste so�ando siempre
�el ultramar con la ultratierra, el ultracielo!
Y el ultracielo estaba aqu�
con esta tierra, la ultratierra;
este ultramar con este mar;
y aqu� en este ultramar, mi nombre encontr�
norte y sur, su conciencia penitente,
porque �sta le faltaba.
Y estoy alegre de alegr�a llena
con mi mitad all�, mi all�, complement�ndome,
pues que ya tengo mi totalidad,
la plata m�a aqu�, en el sur, en este sur.

Antonio Machado

1875-1939 Poeta español, nació en Sevilla y murió en Collioure (Francia). Antonio Machado estudió en Madrid en un ambiente laico se formó su talante liberal y su ancho humanismo.
En 1907obtuvo la cátedra de francés en el instituto de Soria.
En 1909 se casó con Leonor Izquierdo, con quien contrajo matrimonio. Mas tarde en el año 1912 surgió la muerte de su esposa la cual causa llenaría al poeta de melancolía y motivaría versos de dolorido acento.


Y cuando llegue el día del último viaje,y esté al partir la nave que nunca ha de tornar,me encontraréis a bordo, ligero de equipaje,casi desnudo, como los hijos de la mar."








Modernismo y Generación del 98 (1880-1914) España.

A causa de la Revolución Industrial, un brusco cambio vivido en toda Europa, surgió el Modernismo y la Generación del 98.
La Revolución Industrial, trajo consigo misma problemas económicos, sociales y políticos, los cuales provocaron la Crisis de fin de Siglo.

Modernismo

Por su parte el Modernismo, refleja su rabia contra el arte burgués. Produce una renovación estética, es decir, una belleza absoluta.
El Modernismo se inspiró en movimientos franceses: el parnasianismo y el simbolismo.
Este movimiento, daba al arte un tono aristocrático y exquisito. Expresaba los sentimientos más íntimos del propio artista.
Recurría una métrica innovadora que reflectara la musicalidad y el ritmo.
Buscaba sustituir la realidad con un universo embellecido, aristocrático, exótico y misterioso.
Con el Modernismo se impuso la idea de “Arte por el Arte”.
El Modernismo llevó a cabo, una importante renovación del Arte poético.

Generación del 98

Podemos definir Generación del 98 como un grupo de escritores que en la etapa modernista hizo de España su propio tema literario.
El porqué de ésta definición es por el hecho de que en 1898 el desastre colonial hizo que España perdiera Cuba y Filipinas, esto hizo que hubiera una decadencia de España.
Los intelectuales del 98 denunciaron esta situación y proclamaron la necesidad de profundas reformas en lo que era la educación, economía, administración, etc. .
Estos mismos, sintieron una enorme preocupación por la decadencia. Su voluntad de superarla hizo que se le llamaran “Regeneracionistas” (Superar los problemas).
Esta obsesión por la regeneración llevó a sentir un gran interés por la gente, cultura y paisajes españoles.
El tema literario preferido por muchos escritores, fue sin duda, Castilla.
Los autores del 98 generaron en prosa (expresar sus ideas) tanto la novela como el ensayo.

Autores y obras Realismo








Clarín

Leopoldo Alas, también conocido como “Clarín” (Zamora, 2 de abril 1852 - Oviedo, 1901) Era un escritor español que debe su fama a una única novela considerada como la mejor novela española del siglo XIX, “La Regenta”. Nació en Zamora y pasó su infancia en León y Guadalajara debido al cargo de gobernador civil que por entonces desempeñaba su padre. Estudió bachillerato en Oviedo y después se fue a Madrid a estudiar Derecho, allí comenzó su vida literaria y artística.Una vez doctorado obtuvo la cátedra de Derecho Canónigo en Oviedo en 1883 donde regresó y ya se quedó allí hasta su muerte. Clarín es un intelectual preocupado por conjugar el idealismo con la filosofía positivista y la búsqueda del sentido religioso de la vida. Es un gran analista, un perfeccionista que persigue el detalle y entiende la literatura como un trabajo constante y minucioso de gran contenido ético; su método es la prospección positivista propia del realismo y del naturalismo.Pretendía elevar el nivel cultural de su país y por lo tanto censuraba el mal gusto y la vulgaridad. Entre sus grandes obras críticas figuran los Solos de Clarín (1881) y Galdós (1912), la obra sobre el otro gran novelista del siglo XIX y que todavía se considera un libro fundamental sobre la obra galdosiana. Escribió también cuentos y dos grandes novelas, La regenta (1885) y Su único hijo (1890), en las que plantea el tema del adulterio.






Galdós
Benito María de los Dolores Pérez Galdós (Las Palmas de Gran Canaria, 10 de mayo del 1843-Madrid, 3 de enero 1920). A los 19 años se va a Madrid a estudiar Derecho en la Universidad Central. A su llegada a la capital se suma a la tertulia canaria del Café Universal, se dedica al periodismo y abandona los estudios de Derecho. Su actividad profesional terminaría siendo la literatura, a la que se entregó de modo tenaz e incansable. Fue Galdós hombre de ideología liberal y progresista, contrario al fanatismo y al autoritarismo. Los últimos años de su vida se vieron ensombrecidos por la enfermedad ya que en 1912 quedó ciego. Murió a los 77 años a causa de su enfermedad.
Gran observador, con toques de genial intuición, refleja tanto las atmósferas de los ambientes y las situaciones que describe, como los retratos de lugares y personajes; así, a Galdós se le incluye en el grupo de los grandes escritores realistas europeos. Sus primeras novelas son de tesis, destacando Doña Perfecta (1876) y Gloria (1877), entre otras. Con los Episodios Nacionales Galdós crea un conjunto de cuarenta y seis novelas poco extensas, divididas en cinco series, y en las que pretendió plasmar la historia novelada de gran parte del siglo XIX español. Posteriormente abandona las novelas de tesis convirtiéndose en un observador crítico, pero imparcial, de la sociedad española. Las principales características de estas novelas son la creación de ambientes reflejados con admirable exactitud, y la caracterización de personajes; entre ellas resalta Fortunata y Jacinta (1886-1887), su obra maestra.




Émile Zola
(París 2-4-1840 - París 29-9-1902). Escritor francés huérfano desde su juventud .A los veinticinco años obtiene sus primeros ingresos de fuentes literarias gracias a la publicación de sus versos y ensayos. En 1867 escribe su ópera prima "Thérèse Raquín", un relato que muestra la cara más cruda de la pasión. Su fijación en la sociedad y el detalle con que analiza las situaciones le convierte en el fundador del naturalismo. Una tendencia literaria con que se adentra en la sociedad con el mismo rigor que cualquier fundamento científico. Entre la década de los años setenta y ochenta publica varias novelas en las que describe una saga familiar y que engloba en "Les Rougon-Macquart". Su literatura es una visión de la Francia que le tocó vivir y de la Ciudad de las luces. También recibió duras críticas por su forma de exagerar en ocasiones los acontecimientos. Dentro de su producción naturalista hay que destacar además: "La taberna" de 1877, "Nana" de 1882, o "Germinal", donde recoge las experiencias de los mineros. Las críticas a otros escritores y sus ensayos "La novela experimental" y "Los novelistas naturalistas", completan su obra. Uno de los acontecimientos históricos en el que aparece implicado el nombre de Zola fue el caso Dreyfuss. En este proceso Zola criticó al gobierno por el hostigamiento contra el oficial judío Dreyfus a través de su famoso artículo "Yo acuso", que publicó en el periodico "L`Aurore". Esta acción le costó el exilio en Gran Bretaña. La inhalación de monóxido de carbono, a causa de un accidente casero, provocó su fallecimiento.
Fragmento de la Regenta :

El estado presente de nuestra cultura, incierto y un tanto enfermizo, con desalientos y suspicacias de enfermo de aprensión, nos impone la crítica afirmativa, consistente en hablar de lo creemos bueno, guardándonos el juicio desfavorable de los errores, desaciertos y tonterías. Se ha ejercido tanto la crítica negativa en todos los órdenes, que por ella quizás hemos llegado a la insana costumbre de creernos un pueblo de estériles, absolutamente inepto para todo. Tanta crítica pesimista, tan porfiado regateo, y en muchos casos negación de las cualidades de nuestros contemporáneos, nos han traído a un estado de temblor y ansiedad continuos; nadie se atreve a dar un paso, por miedo de caerse. Pensamos demasiado en nuestra debilidad y acabamos por padecerla; creemos que se nos va la cabeza, que nos duele el corazón y que se nos vicia la sangre, y de tanto decirlo y pensarlo nos vemos agobiados de crueles sufrimientos. Para convencernos de que son ilusorios, no sería malo suspender la crítica negativa, dedicándonos todos, aunque ello parezca extraño, a infundir ánimos al enfermo, diciéndole: «Tu debilidad no es más que pereza, y tu anemia proviene del sedentarismo
Fragmento de Germinal :

Sólo él tenía inteligencia lo bastante penetrante como para analizar la situación. La explicaba con su aire tranquilo. La Compañía, alcanzada por la crisis, se veía obligada a reducir sus gastos si quería no sucumbir; y, naturalmente, serían los obreros quienes deberían apretarse el cinturón, ella roería en sus salarios, inventando un pretexto cualquiera. Hacía dos meses que la hulla estaba en la era de sus pozos, y casi todas las fábricas se hallaban en paro. Como no se atrevía a parar, asustada ante la inacción ruinosa del material, soñaba, a medio plazo tal vez, con una huelga, de la que su pueblo de mineros saldría domado y menos pagado. En última instancia, la nueva caja de previsión la inquietaba, se volvía una amenaza para el futuro, mientras que una huelga la libraría de ella, vaciándola, cuando apenas estaba provista todavía.

El Realismo

El Realismo
Este movimiento literario aparece en la segunda mitad del siglo XIX, como consecuencia de las circunstancias sociales de la época: la consolidación de la burguesía como clase dominante, la industrialización, el crecimiento urbano y la aparición del proletariado.
Las características básicas del Realismo literario son:
Eliminación de todo aspecto subjetivo, hechos fantásticos o sentimientos que se alejen de lo real.
Análisis riguroso de la realidad. El escritor nos ofrece un retrato riguroso de lo que observa.
Los problemas de la existencia humana, componen el tema fundamental de la novela realista; ésa es la consecuencia del sumo interés por la descripción del carácter, temperamento y conducta de los personajes.
Surge un tipo de novela en la que se analizan minuciosamente las motivaciones de los personajes y las costumbres.
El novelista denuncia los defectos y males que afectan a la sociedad y ofrece al lector soluciones para detenerlos. Cada autor, según sus ideas, muestra lo que para él es un mal de la sociedad.
El Naturalismo
El Naturalismo surge como una derivación del Realismo, que tenía como objetivo explicar los comportamientos del ser humano. El novelista del Naturalismo pretende interpretar la vida mediante la descripción del entorno social y descubrir las leyes que rigen la conducta humana.
Los escritores naturalistas representan a sus personajes en situaciones extremas de pobreza y marginación, y les gustaba describir los ambientes más bajos y sórdidos con el fin de poner al descubierto las lacras de la sociedad. La descripción de estos ambientes interesaba en la medida que permitía observar cómo influye un medio hostil sobre la forma de ser de los personajes y cuáles son la reacciones del ser humano en condiciones de vida adversas.

Autores románticos

José de Espronceda Delgado nació el 25 de marzo de 1808 en un lugar situado cerca de Almendralejo (Badajoz) llamado Pajares de la Vega, perteneciente a la región autónoma de Extremadura (España). El mismo año de su nacimiento el ejército Francés, a las órdenes de Napoleón Bonaparte, invadió España. Fue cuando el general Francés nombró como máxima autoridad gubernamental española a su hermano. Con la llegada de Fernando VII al poder, “El Libertario”, España vivió su peores años en cuanto a economia y a represión dictatorial por el rey. Fue entonces cuando José de Espronceda empezó a escribir enfrenándose contra la represión del régimen absolutista. A los 16 años conoce a Teresa Mancha, en el 1827 Espronceda se va a Inglaterra, cuando vuelve a Londres, Teresa se habia casado con un rico comerciante. En París, Teresa y su esposo, se hospedan en un hotel, donde una noche ella se fuga con Espronceda que le estaba esperando allí. Este seria uno de los motivos principales por lo que se puede considerar a este artista un Romantico:

Lucha por defender la libertad creadora y de expresión del hombre, haciendo metáforas con la naturaleza y temas historicos; así como expresando sus sentimientos abiertamente con tal de tocar la sensibilidad del lector.





Gustavo Adolfo Bécquer (1836-1870)
Originario de Sevilla, España, Bécquer nació el 17 de febrero de 1836 siendo su padre un célebre pintor del costumbrismo sevillano quien dejó huérfano a Adolfo a los cinco años; comenzó sus primeros estudios en el colegio de San Antonio Abad, para luego pasar a tomar la carrera náutica en el colegio de San Telmo.Como es conocido, no era fácil subsistir de la literatura y paradójicamente, Bécquer que deseaba encontrar fortuna lo que abundó fueron escaseces, por lo que se vio obligado a servir de escribiente en la Dirección de Bienes Nacionales, donde su habilidad para el dibujo era admirada por sus compañeros, pero fue motivo de que fuera cesado al ser sorprendido por el Director haciendo dibujos de escenas de Shakespeare. De este modo volvió Gustavo a vivir de sus artículos literarios que eran entonces de poca demanda por lo que alternó esta actividad con la elaboración de pinturas al fresco.
El Monte de las Animas
(Gustavo Adolfo Bécquer)


La noche de difuntos me despertó a no sé qué hora el doble de las campanas; su tañido monótono y eterno me trajo a las mientes esta tradición que oí hace poco en Soria.
Intenté dormir de nuevo; ¡imposible! Una vez aguijoneada, la imaginación es un caballo que se desboca y al que no sirve tirarle de la rienda. Por pasar el rato me decidí a escribirla, como en efecto lo hice.

Yo la oí en el mismo lugar en que acaeció, y la he escrito volviendo algunas veces la cabeza con miedo cuando sentía crujir los cristales de mi balcón, estremecidos por el aire frío de la noche.

Sea de ello lo que quiera, ahí va, como el caballo de copas.

I

-Atad los perros; haced la señal con las trompas para que se reúnan los cazadores, y demos la vuelta a la ciudad. La noche se acerca, es día de Todos los Santos y estamos en el Monte de las Ánimas.

-¡Tan pronto!

-A ser otro día, no dejara yo de concluir con ese rebaño de lobos que las nieves del Moncayo han arrojado de sus madrigueras; pero hoy es imposible. Dentro de poco sonará la oración en los Templarios, y las ánimas de los difuntos comenzarán a tañer su campana en la capilla del monte.

-¡En esa capilla ruinosa! ¡Bah! ¿Quieres asustarme?

-No, hermosa prima; tú ignoras cuanto sucede en este país, porque aún no hace un año que has venido a él desde muy lejos. Refrena tu yegua, yo también pondré la mía al paso, y mientras dure el camino te contaré esa historia.

Los pajes se reunieron en alegres y bulliciosos grupos; los condes de Borges y de Alcudiel montaron en sus magníficos caballos, y todos juntos siguieron a sus hijos Beatriz y Alonso, que precedían la comitiva a bastante distancia.

Mientras duraba el camino, Alonso narró en estos términos la prometida historia:

-Ese monte que hoy llaman de las Ánimas, pertenecía a los Templarios, cuyo convento ves allí, a la margen del río. Los Templarios eran guerreros y religiosos a la vez. Conquistada Soria a los árabes, el rey los hizo venir de lejanas tierras para defender la ciudad por la parte del puente, haciendo en ello notable agravio a sus nobles de Castilla; que así hubieran solos sabido defenderla como solos la conquistaron.

Entre los caballeros de la nueva y poderosa Orden y los hidalgos de la ciudad fermentó por algunos años, y estalló al fin, un odio profundo. Los primeros tenían acotado ese monte, donde reservaban caza abundante para satisfacer sus necesidades y contribuir a sus placeres; los segundos determinaron organizar una gran batida en el coto, a pesar de las severas prohibiciones de los clérigos con espuelas, como llamaban a sus enemigos.

Cundió la voz del reto, y nada fue parte a detener a los unos en su manía de cazar y a los otros en su empeño de estorbarlo. La proyectada expedición se llevó a cabo. No se acordaron de ella las fieras; antes la tendrían presente tantas madres como arrastraron sendos lutos por sus hijos. Aquello no fue una cacería, fue una batalla espantosa: el monte quedó sembrado de cadáveres, los lobos a quienes se quiso exterminar tuvieron un sangriento festín. Por último, intervino la autoridad del rey: el monte, maldita ocasión de tantas desgracias, se declaró abandonado, y la capilla de los religiosos, situada en el mismo monte y en cuyo atrio se enterraron juntos amigos y enemigos, comenzó a arruinarse.

Desde entonces dicen que cuando llega la noche de difuntos se oye doblar sola la campana de la capilla, y que las ánimas de los muertos, envueltas en jirones de sus sudarios, corren como en una cacería fantástica por entre las breñas y los zarzales. Los ciervos braman espantados, los lobos aúllan, las culebras dan horrorosos silbidos, y al otro día se han visto impresas en la nieve las huellas de los descarnados pies de los esqueletos. Por eso en Soria le llamamos el Monte de las Ánimas, y por eso he querido salir de él antes que cierre la noche.

La relación de Alonso concluyó justamente cuando los dos jóvenes llegaban al extremo del puente que da paso a la ciudad por aquel lado. Allí esperaron al resto de la comitiva, la cual, después de incorporárseles los dos jinetes, se perdió por entre las estrechas y oscuras calles de Soria.

II

Los servidores acababan de levantar los manteles; la alta chimenea gótica del palacio de los condes de Alcudiel despedía un vivo resplandor iluminando algunos grupos de damas y caballeros que alrededor de la lumbre conversaban familiarmente, y el viento azotaba los emplomados vidrios de las ojivas del salón.

Solas dos personas parecían ajenas a la conversación general: Beatriz y Alonso: Beatriz seguía con los ojos, absorta en un vago pensamiento, los caprichos de la llama. Alonso miraba el reflejo de la hoguera chispear en las azules pupilas de Beatriz.

Ambos guardaban hacía rato un profundo silencio.

Las dueñas referían, a propósito de la noche de difuntos, cuentos tenebrosos en que los espectros y los aparecidos representaban el principal papel; y las campanas de las iglesias de Soria doblaban a lo lejos con un tañido monótono y triste.

-Hermosa prima -exclamó al fin Alonso rompiendo el largo silencio en que se encontraban-; pronto vamos a separarnos tal vez para siempre; las áridas llanuras de Castilla, sus costumbres toscas y guerreras, sus hábitos sencillos y patriarcales sé que no te gustan; te he oído suspirar varias veces, acaso por algún galán de tu lejano señorío.

Beatriz hizo un gesto de fría indiferencia; todo un carácter de mujer se reveló en aquella desdeñosa contracción de sus delgados labios.

-Tal vez por la pompa de la corte francesa; donde hasta aquí has vivido -se apresuró a añadir el joven-. De un modo o de otro, presiento que no tardaré en perderte... Al separarnos, quisiera que llevases una memoria mía... ¿Te acuerdas cuando fuimos al templo a dar gracias a Dios por haberte devuelto la salud que viniste a buscar a esta tierra? El joyel que sujetaba la pluma de mi gorra cautivó tu atención. ¡Qué hermoso estaría sujetando un velo sobre tu oscura cabellera! Ya ha prendido el de una desposada; mi padre se lo regaló a la que me dio el ser, y ella lo llevó al altar... ¿Lo quieres?

-No sé en el tuyo -contestó la hermosa-, pero en mi país una prenda recibida compromete una voluntad. Sólo en un día de ceremonia debe aceptarse un presente de manos de un deudo... que aún puede ir a Roma sin volver con las manos vacías.

El acento helado con que Beatriz pronunció estas palabras turbó un momento al joven, que después de serenarse dijo con tristeza:

-Lo sé prima; pero hoy se celebran Todos los Santos, y el tuyo ante todos; hoy es día de ceremonias y presentes. ¿Quieres aceptar el mío?

Beatriz se mordió ligeramente los labios y extendió la mano para tomar la joya, sin añadir una palabra.

Los dos jóvenes volvieron a quedarse en silencio, y volviose a oír la cascada voz de las viejas que hablaban de brujas y de trasgos y el zumbido del aire que hacía crujir los vidrios de las ojivas, y el triste monótono doblar de las campanas.

Al cabo de algunos minutos, el interrumpido diálogo tornó a anudarse de este modo:

-Y antes de que concluya el día de Todos los Santos, en que así como el tuyo se celebra el mío, y puedes, sin atar tu voluntad, dejarme un recuerdo, ¿no lo harás? -dijo él clavando una mirada en la de su prima, que brilló como un relámpago, iluminada por un pensamiento diabólico.

-¿Por qué no? -exclamó ésta llevándose la mano al hombro derecho como para buscar alguna cosa entre las pliegues de su ancha manga de terciopelo bordado de oro... Después, con una infantil expresión de sentimiento, añadió:

-¿Te acuerdas de la banda azul que llevé hoy a la cacería, y que por no sé qué emblema de su color me dijiste que era la divisa de tu alma?

-Sí.

-Pues... ¡se ha perdido! Se ha perdido, y pensaba dejártela como un recuerdo.

-¡Se ha perdido!, ¿y dónde? -preguntó Alonso incorporándose de su asiento y con una indescriptible expresión de temor y esperanza.

-No sé.... en el monte acaso.

-¡En el Monte de las Ánimas -murmuró palideciendo y dejándose caer sobre el sitial-; en el Monte de las Ánimas!

Luego prosiguió con voz entrecortada y sorda:

-Tú lo sabes, porque lo habrás oído mil veces; en la ciudad, en toda Castilla, me llaman el rey de los cazadores. No habiendo aún podido probar mis fuerzas en los combates, como mis ascendentes, he llevado a esta diversión, imagen de la guerra, todos los bríos de mi juventud, todo el ardor, hereditario en mi raza. La alfombra que pisan tus pies son despojos de fieras que he muerto por mi mano. Yo conozco sus guaridas y sus costumbres; y he combatido con ellas de día y de noche, a pie y a caballo, solo y en batida, y nadie dirá que me ha visto huir del peligro en ninguna ocasión. Otra noche volaría por esa banda, y volaría gozoso como a una fiesta; y, sin embargo, esta noche... esta noche. ¿A qué ocultártelo?, tengo miedo. ¿Oyes? Las campanas doblan, la oración ha sonado en San Juan del Duero, las ánimas del monte comenzarán ahora a levantar sus amarillentos cráneos de entre las malezas que cubren sus fosas... ¡las ánimas!, cuya sola vista puede helar de horror la sangre del más valiente, tornar sus cabellos blancos o arrebatarle en el torbellino de su fantástica carrera como una hoja que arrastra el viento sin que se sepa adónde.

Mientras el joven hablaba, una sonrisa imperceptible se dibujó en los labios de Beatriz, que cuando hubo concluido exclamó con un tono indiferente y mientras atizaba el fuego del hogar, donde saltaba y crujía la leña, arrojando chispas de mil colores:

-¡Oh! Eso de ningún modo. ¡Qué locura! ¡Ir ahora al monte por semejante friolera! ¡Una noche tan oscura, noche de difuntos, y cuajado el camino de lobos!

Al decir esta última frase, la recargó de un modo tan especial, que Alonso no pudo menos de comprender toda su amarga ironía, movido como por un resorte se puso de pie, se pasó la mano por la frente, como para arrancarse el miedo que estaba en su cabeza y no en su corazón, y con voz firme exclamó, dirigiéndose a la hermosa, que estaba aún inclinada sobre el hogar entreteniéndose en revolver el fuego:

-Adiós Beatriz, adiós... Hasta pronto.

-¡Alonso! ¡Alonso! -dijo ésta, volviéndose con rapidez; pero cuando quiso o aparentó querer detenerle, el joven había desaparecido.

A los pocos minutos se oyó el rumor de un caballo que se alejaba al galope. La hermosa, con una radiante expresión de orgullo satisfecho que coloreó sus mejillas, prestó atento oído a aquel rumor que se debilitaba, que se perdía, que se desvaneció por último.

Las viejas, en tanto, continuaban en sus cuentos de ánimas aparecidas; el aire zumbaba en los vidrios del balcón y las campanas de la ciudad doblaban a lo lejos.

III

Había pasado una hora, dos, tres; la media noche estaba a punto de sonar, y Beatriz se retiró a su oratorio. Alonso no volvía, no volvía, cuando en menos de una hora pudiera haberlo hecho.

-¡Habrá tenido miedo! -exclamó la joven cerrando su libro de oraciones y encaminándose a su lecho, después de haber intentado inútilmente murmurar algunos de los rezos que la iglesia consagra en el día de difuntos a los que ya no existen.

Después de haber apagado la lámpara y cruzado las dobles cortinas de seda, se durmió; se durmió con un sueño inquieto, ligero, nervioso.

Las doce sonaron en el reloj del Postigo. Beatriz oyó entre sueños las vibraciones de la campana, lentas, sordas, tristísimas, y entreabrió los ojos. Creía haber oído a par de ellas pronunciar su nombre; pero lejos, muy lejos, y por una voz ahogada y doliente. El viento gemía en los vidrios de la ventana.

-Será el viento -dijo; y poniéndose la mano sobre el corazón, procuró tranquilizarse. Pero su corazón latía cada vez con más violencia. Las puertas de alerce del oratorio habían crujido sobre sus goznes, con un chirrido agudo prolongado y estridente.

Primero unas y luego las otras más cercanas, todas las puertas que daban paso a su habitación iban sonando por su orden, éstas con un ruido sordo y grave, aquéllas con un lamento largo y crispador. Después silencio, un silencio lleno de rumores extraños, el silencio de la media noche, con un murmullo monótono de agua distante; lejanos ladridos de perros, voces confusas, palabras ininteligibles; ecos de pasos que van y vienen, crujir de ropas que se arrastran, suspiros que se ahogan, respiraciones fatigosas que casi se sienten, estremecimientos involuntarios que anuncian la presencia de algo que no se ve y cuya aproximación se nota no obstante en la oscuridad.

Beatriz, inmóvil, temblorosa, adelantó la cabeza fuera de las cortinillas y escuchó un momento. Oía mil ruidos diversos; se pasaba la mano por la frente, tornaba a escuchar: nada, silencio.

Veía, con esa fosforescencia de la pupila en las crisis nerviosas, como bultos que se movían en todas direcciones; y cuando dilatándolas las fijaba en un punto, nada, oscuridad, las sombras impenetrables.

-¡Bah! -exclamó, volviendo a recostar su hermosa cabeza sobre la almohada de raso azul del lecho-; ¿soy yo tan miedosa como esas pobres gentes, cuyo corazón palpita de terror bajo una armadura, al oír una conseja de aparecidos?

Y cerrando los ojos intentó dormir...; pero en vano había hecho un esfuerzo sobre sí misma. Pronto volvió a incorporarse más pálida, más inquieta, más aterrada. Ya no era una ilusión: las colgaduras de brocado de la puerta habían rozado al separarse, y unas pisadas lentas sonaban sobre la alfombra; el rumor de aquellas pisadas era sordo, casi imperceptible, pero continuado, y a su compás se oía crujir una cosa como madera o hueso. Y se acercaban, se acercaban, y se movió el reclinatorio que estaba a la orilla de su lecho. Beatriz lanzó un grito agudo, y arrebujándose en la ropa que la cubría, escondió la cabeza y contuvo el aliento.

El aire azotaba los vidrios del balcón; el agua de la fuente lejana caía y caía con un rumor eterno y monótono; los ladridos de los perros se dilataban en las ráfagas del aire, y las campanas de la ciudad de Soria, unas cerca, otras distantes, doblan tristemente por las ánimas de los difuntos.

Así pasó una hora, dos, la noche, un siglo, porque la noche aquella pareció eterna a Beatriz. Al fin despuntó la aurora: vuelta de su temor, entreabrió los ojos a los primeros rayos de la luz. Después de una noche de insomnio y de terrores, ¡es tan hermosa la luz clara y blanca del día! Separó las cortinas de seda del lecho, y ya se disponía a reírse de sus temores pasados, cuando de repente un sudor frío cubrió su cuerpo, sus ojos se desencajaron y una palidez mortal descoloró sus mejillas: sobre el reclinatorio había visto sangrienta y desgarrada la banda azul que perdiera en el monte, la banda azul que fue a buscar Alonso.

Cuando sus servidores llegaron despavoridos a noticiarle la muerte del primogénito de Alcudiel, que a la mañana había aparecido devorado por los lobos entre las malezas del Monte de las Ánimas, la encontraron inmóvil, crispada, asida con ambas manos a una de las columnas de ébano del lecho, desencajados los ojos, entreabierta la boca; blancos los labios, rígidos los miembros, muerta; ¡muerta de horror!

IV

Dicen que después de acaecido este suceso, un cazador extraviado que pasó la noche de difuntos sin poder salir del Monte de las Ánimas, y que al otro día, antes de morir, pudo contar lo que viera, refirió cosas horribles. Entre otras, asegura que vio a los esqueletos de los antiguos templarios y de los nobles de Soria enterrados en el atrio de la capilla levantarse al punto de la oración con un estrépito horrible, y, caballeros sobre osamentas de corceles, perseguir como a una fiera a una mujer hermosa, pálida y desmelenada, que con los pies desnudos y sangrientos, y arrojando gritos de horror, daba vueltas alrededor de la tumba de Alonso.

Romanticismo

Romanticismo movimiento artístico que ejerció una influencia absolutamente predominante en varias manifestaciones del arte y la cultura en Europa, especialmente la literatura y la música - y también la pintura - desde fines del Siglo XVIII hasta mediados del Siglo XIX.
El rechazo del racionalismo — Especialmente como pauta del comportamiento individual. No se trata de desvalorizar la razón como instrumento del conocimiento humano; sino de exaltar la actitud de la personalidad impulsiva, que actúa guiada por los embates de la pasión antes que por los consejos de la reflexión racional. En realidad, las principales obras representativas de esta corriente, como el “Fausto” de Goethe, se encuentran imbuída de contenidos intelectuales sumamente elaborados, al punto de que muchas veces resulta necesario un estudio detenido y muy detallado para alcanzar a percibir la sutileza de algunos de sus temas.
La valoración de lo misterioso — Como un componente de los hechos que ocurren con prescindencia de la lógica racional, los autores frecuentemente acuden a la fuente de las leyendas y supersticiones populares; que además representan un recurso de extracción nacionalista alemana.
El panteísmo naturalista — Los procesos intensamente místicos estuvieron presentes en alguna etapa de la vida de casi todos los grandes exponentes de esta corriente. Pero, fuertemente influídos por el reformismo religioso alemán, tratan de armonizar los fundamentos de la religión con una permanente invocación de la naturaleza, a la que presentan como un gran organismo viviente, libre y salvaje; incluyendo en ese concepto los componentes espontáneos y hasta instintivos del ser humano, que en último análisis son vistos todos ellos como otras tantas manifestaciones de la voluntad divina.
La exaltación del sentimiento — En contrapartida del rechazo del predominio de los dictados de la razón como determinantes de la conducta humana, el impulso emanado de los sentimientos y de las emociones, especialmente del amor y su pasión, es valorado como factor predominante al que es preciso liberar en sus manifestaciones vitales. Goethe dijo “El mejor hombre, es el que se estremece”.
La exaltación de lo individual — Como una manifestación trasladada desde la concepción de la autonomía individual en lo religioso preconizada por la Reforma Luterana, el impulso creador del artista es visto como una manifestación de la individualidad a través de sus sensaciones, su inspiración, las visiones de la intuición y la influencia del amor. Lo esencial de la poesía consiste en una emancipación del espíritu, una especie de confesión íntima, que bucea en lo más especificamente singular del individuo, como ocurre en el “Werther” de Goethe. No obstante, también ocurre que en la identificación de los personajes con ciertos valores permanentes, esos propios personajes - especialmente el de Fausto y el de Mefistófeles - no solamente constituyen protagonistas individuales, sino que en buena medida son símbolos de caracteres humanos típicos y representativos de complejas concepciones filosóficas universales.
Géneros:

 Poesía  La poesía romantica es lírica. Se produce innovación métrica. Se recuperan versos de arte menor, se combinan versos de distintas medidas.
 Drama Fue el teatro romántico. Rompe la normativa neoclásica y prescinde de tres unidades ; mezcla tipos trágicos y cómicos.
 Prosa Hay que señalar el desarrollo de la novela histórica o legendaria que exalta los valores de la edad media.

Autores:

• Gustavo Adolfo Bécquer
• José de Espronceda
• Mariano José de Larra
• José Zorrilla
• Juan Eugenio Hartzenbusch

Autores Neoclásicos


TOMÁS DE IRIARTE

Nació el 18 de septiembre de 1750 en el Puerto de la Cruz de Orotava, Canarias(España). En 1764 se traslada a la Península junto a su tío Juan de Iriarte, con quién estudió las lenguas griega y francesa y siendo ya conocedor del latín y estudioso de la literatura castellana ocupó el cargo de oficial traductor de la secretaría del estado y archivero del consejo supremo de guerra. Su carrera literaria se inició como traductor de teatro francés. Tradujo, además, el Arte poética (1777) de Horacio. La música, de 1779, es un poema escrito en silvas, donde desarrolla su teoría acerca de ese arte que "habla a los corazones / El idioma genial de las pasiones". Escribió las comedias La señorita mal criada (1788) y El señorito mimado (1790). En Guzmán el Bueno (1791) introduce el monólogo dramático con acompañamiento de orquesta. Es, sobre todo, conocido por sus Fábulas literarias. Falleció el 17 de septiembre de 1791 en Madrid.


FÉLIX MARIA DE SAMANIEGO
Nació de noble familia vasca en La Guardia, en la Rioja Alavesa, el 12 de octubre de 1745. Abandonó los estudios de derecho en Valladolid, y viajó por Francia. Su tío, el Conde de Peñaflorida, fundó la Sociedad Vascongada de Amigos del País, la primera sociedad económica de España; y para los alumnos del seminario que la Sociedad mantenía en Vergara compuso Samaniego, socio también, las Fábulas morales, su obra más conocida, derivada sobre todo de La Fontaine. Su vida retirada no le evitó escaramuzas con la Inquisición ni el verse envuelto en polémicas contra Huerta y Tomás de Iriarte. Murió en La Guardia el de agosto de 1801.

Relación con el neoclasicismo

Iriarte: Tomás Iriarte, se convirtió en un gran escritor del neoclasicismo, gracias a sus fábulas literarias, ya que fue el primer dramaturgo, que consiguió unir las exigencias de los tratadistas con las del público.

Samaniego: La relación que tiene con el neoclassicisme es que escrive fabulas i las fàbules son relatos breves escritos en prosa o verso, donde los protagonistas son aniamles que hablan. Se hacen con la finalidad de educar, lo cual es la moraleja, esta normalmente aparece al final.
Neoclasicismo
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FABULAS

Samaniego:
La codorniz
Presa en estrecho lazo
la Codorniz sencilla,
daba quejas al aire,
ya tarde arrepentida.
«¡Ay de mí miserable
infeliz avecilla,
que antes cantaba libre,
y ya lloro cautiva!
Perdí mi nido amado,
perdí en él mis delicias,
al fin perdilo todo,
pues que perdí la vida.
¿Por qué desgracia tanta?
¿Por qué tanta desdicha?
¡Por un grano de trigo!
¡oh cara golosina!»
El apetito ciego
¡a cuántos precipita,
que por lograr un nada,
un todo sacrifican!

Iriarte:
El galán y la dama

Cierto galán a quien París aclama,
petimetre del gusto más extraño,
que cuarenta vestidos muda al año
y el oro y plata sin temor derrama,

celebrando los días de su dama,
unas hebillas estrenó de estaño,
sólo para probar con este engaño
lo seguro que estaba de su fama.

«¡Bella plata! ¡Qué brillo tan hermoso!»,
dijo la dama, «¡viva el gusto y numen
del petimetre en todo primoroso!»

Y ahora digo yo: «Llene un volumen
de disparates un autor famoso,
y si no le alabaren, que me emplumen.

Neoclasicismo (1701-1714)


Introducción


El neoclasicismo es un movimiento cultural i social que surge justo después de la Guerra de sucesión, tras la llegada de los Borbones. Esto ayuda a los personajes neoclásicos a instaurar sus nuevas ideas debidas, también, a la voluntad reformista del nuevo rey, Felipe V. Una de las principales influencias del Neoclasicismo es el despotismo ilustrado (“todo para el pueblo, pero sin el pueblo) que defiende la idea de darle a la población todo lo que necesita pero bajo el punto de vista de una persona, en este caso el rey, es decir, darle todo al pueblo pero sin su opinión.

Características

Una de las principales características el racionalismo es del neoclasicismo yi es, además, la facción mas representativa de este movimiento.

El racionalismo se basa en el seguimiento estricto del orden y unas normas así como tener siempre presentes los fines didácticos. Es por eso que el lema principal del racionalismo es el “delectare et sapere” que significa divertirse aprendiendo.

Generos y autores

Teatro: este estilo literario les daba la oportunidad de enseñar i transmitir sus ideas a los analfabetos. A demás cumplía estrictamente el lema de enseñar divirtiendo.

Autores:
 Moratín

 Prosa: predominan los ensayos. Este tipo de texto eran una especie de criticas a la sociedad o algun tema en concreto pero de una extensión mucho mayor a la de un articulo de opinión

Autores:
 Feijoo
 Iriarte
 Samaniego

 Poesía: con fines didácticos i tono prosaico las poesía más destacadas de este movimiento son las fábulas que, con su moraleja, enseñaban valores morales a sus lectores.

Autores:
 Iriarte
 Samaniego

Wednesday, May 30, 2007